HAY una manera de estar en el mundo sin que se te note apenas Pasando tan desapercibido como si no existieras. Te mueves de lado, hablas quedo o mejor no hablas siquiera. Jamás miras a la cara del otro o si acaso sí lo miras pero de soslayo. Procuras mantener siempre la vista clavada en el suelo, doblegado el cuello. Si te pisan no gritas, si te empujan no protestas, si te atropellan consientes sumiso. Avanzas siempre en la dirección que se te señala e indica. Día tras día acudes puntual a tu trabajo y con la esforzada dedicación de una hormiga obrera acumulas bienes y capitales para ti y tu descendencia –para el presente y para el incierto futuro. Comes duermes te lavas practicas el sexo marital con mecánica regularidad. Ni por un instante permites que en tu cabeza florezcan ideas pensamientos sueños originales propuestas, ni en tu corazón deseos anhelos aspiraciones pasiones amores querencias...
ESCRITOR